jueves, 12 de junio de 2014

ABRAN LOS OJOS

«Yo, de ser princesa aspirante al trono, sí preguntaría» 

La princesa Letizia se manifiesta por un referéndum para establecer la forma de Estado en España el pasado 8 de junio de 2014 en la Puerta del Sol. De izda. a dcha.: Juan Picó, Gregorio Morales Villena, Isabelo Herreros y Letizia Ortiz
(montaje fotográfico de 3 colores 3)

Abran los ojos 

Que cada uno crea su propia realidad creo que es algo que ya nadie, o casi nadie pone en duda. Ya decía el refranero español a su manera castiza, que no hay más ciego que el que no quiere ver, que es otra forma de decir lo mismo. Esto es así en líneas generales.
Pero en estos tiempos que corren en que la información llega a nosotros queramos o no, hay ciertas cosas que no se pueden obviar y más si te dedicas a lo público.
Ando yo dándole vueltas y preguntándome  qué haria esta que escribe, si la semana que viene me fuesen a proclamar reina de un país, me da igual cual fuera, y estuviese viendo manifestaciones, peticiones de referéndum, movilizaciones generales de una gran parte de  la sociedad clamando más que pidiendo, la libertad de elegir si quieren que yo reine sobre ellos o no...
Por regla general nunca me ha gustado ir allí donde no soy bien recibida, para empezar por mi misma y para seguir por respeto a quienes no me quieren, que sus razones tendrán. De manera que he llegado a la conclusión, que yo, de ser princesa aspirante al trono, sí preguntaría.
Supongo que mi manera de enfrentarme a esa situación es mia y de nadie mas.. . Pero como yo creo en la igualdad de todas las criaturas que habitamos esta tierra, me aventuro a extrapolar mi sentir.
Y por mas vueltas y vueltas que le doy no logro entender esa actitud de esconder la cabeza y hacer que no pasa nada... o de hacerse el ciego, como dice el refranero, que para el caso es lo mismo.
Me pregunto también por qué se niegan a hacerlo. No pasaría nada, si se vota y la mayoría dice que sí, pues nada, monarquía al canto... y si sale que no... pues si está tan preparado, vale tanto y tiene tantos seguidores, que se presente a las siguientes elecciones presidencialistas... quizá ganase y además lo haría refrendado por ese pueblo al que dice representar.
Nunca he entendido ese miedo enfermizo al cambio. La vida es eso, un puro y constante movimiento, un renacer cada mañana, evolucionar, crecer... en definitiva cambiar. Aferrarse al pasado, a lo establecido y encima querer pretender que eso  es lo mejor, denota una falta de fluidez tan grande,  como incompatible con el discurrir de todo aquello que está vivo. 
Los tiempos han cambiado, ya no somos súbditos, somos ciudadanos, la sangre que corre por nuestras venas tiene el mismo color que la que corre por la de ellos... abran los ojos por favor.


CONCHA CASAS

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